LA PENA VUELA

Juanito se llamaba. Y es el hombre más hermoso que he conocido.

Iba en cuarto medio y compré unas hojas azules para escribirle, como siempre. Esta vez con la vaga ilusión de invitarlo a mi fiesta de graduación, y que él en un acto heróico llegara.

Habría llegado.

Postergué las hojas azules. Las miraba y decía "después" segura que mi plan era perfecto.

Recuerdo que en mi cumpleaños, meses antes, fue el primero en llamarme.

Recuerdo su sonrisa coqueta y la última vez que nos vimos, mientras nos despedíamos porque volvía a mi ciudad.

Recuerdo que por alguna extraña razón no quise besarlo. Y en mi mente recobra más fuerza su frase burlona "te vas a arrepentir" medio en broma medio en serio. él nunca entendió que pasó, porque no lo besé...

El viaje de vuelta para mi fue doloroso. Lloraba con mi nariz pegada a la ventana mientras el acompañante incómodo miraba hacia el pasillo. Buscaba en la oscuridad y en el pequeño reflejo de la ventana alguna esperanza de aclararlo todo. Nunca pude aclararlo...pero todo siguió su rumbo, como siempre, como hace 4 años.

Y postergué las hojitas azules. Eso sí, lo llamaba sagradamente de aquel teléfono público del negocio de Tamara. Él me hacia llamadas perdidas o simplemente enviaba un beso y cortaba. No era necesario más.

Un día, mientras vestía a mi hermana que en ese entonces tenía 4 años, suena el teléfono a las 3 de la tarde. Mi prima de Antofagasta angustiada trataba de decirme algo.

-El juanito prima, juanito...
- qué pasó?
-Murió hoy en la mañana
-......
-Se ahogó...se metió a la playa y se ahogó primita..el juanito.

Yo corté. Un grito sin voz.

Mi hermana a sus inocentes 4 años me abrazaba notando que algo pasaba. Lloraba sin parar. No, se debe haber equivocado. De hecho la llamé para decirle que confirmara, que debía ser un error...no, imposible.

Vestí a mi hermana y salimos. No entendía nada. Mi amiga Belén con Tamara llegaron a mi encuentro. Me abrazaron mientras sonaba fuerte "Mira Niñita" de Los Jaivas...nunca sentí abrazos tan intensos como esos y nunca pude escuchar esa canción sin volver a llorar.

Eran 4 años. 4 veranos de mi vida. Era juanito que siempre estaba ahí. El primero en llamar en mi cumpleaños, el que me hizo hacer tantas locuras...tan libre...

Las hojas azules terminaron siendo una carta de pésame para los padres. No paré de llorar en todo un año, sagradamente todas las noches como si recién me estuviera enterando de su partida.

Miro ahora hacia el costado...me mira inmóvil desde mi velador. Sus fotos pequeñas me recuerda que todo es tan efímero y los cambios llegan sin que te des cuenta. Todo aquello que ahora puedes abrazar, mañana quizás ya no esté.

Fue duro volver a Antofagasta y saber que no iba a sentir más su olor, a ser tocada por sus manos, besada por sus labios...mirada por esos bellos ojos tristones.

Cada verano vuelvo a su animita en la playa. Es hermosa porque mira hacia el mar. Me quedo ahi un rato, le converso al aire como si fuera él y limpio su lugar. Suena ridículo si yo incluso nunca voy siquiera a los cementerios, pero ya que dejó de respirar en aquella playa, trato de buscar, en algún rincón del lugar, un vago recuerdo que lo haga vivir para mi.
¿Que porque cuento esto después de 5 años? porque dicen que la pena vuela...y hay que dejarla volar...
En eso estoy, soltándola de a poco...

A Juanito con amor en algún lugar...

EL VIDEO ES MALO...PERO ESCUCHE LA CANCION
MECANICA POPULAR-LA PENA VUELA