LA PENA VUELA
HAY QUE DEJARLA VOLAR
Estuve cerca de él casi 2 meses, alucinando con la idea de que iba a mejorar, con la esperanza intacta de que sucediera algún milagro aunque casi ni creo en ellos. Cada día estaba más delgado, más amarillo, casi no comía y el dolor se notaba en su mirada.
Apenas se levantaba y con una expresión dolorosa me armaba un computador. Con el que escribo ahora. Era lo único que quería para mi. Mi propio computador deseaba armarmelo él, como fuera.
El sábado 7 abril, a las 6 de la tarde más o menos suena el telefono de mi casa en Los Andes. Justo estaba escuchando una canción de mecánica Popular que se llama "la pena vuela" y mi mamá estaba viendo el dvd que él le grabo de Scorpions.
Contesté el teléfono.
Corté.
Me levante de la silla, fui donde mi mamá y le dije: "El tio se murió..."
Me fui al patio, tomé un cigarro, me lo fume mirando unos rayitos de sol y lloré.
Lloré como hace tiempo no lo hacía.
Tuesday, April 17, 2007
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