Cursi

Sucede que quiero demasiado que me besen cerca de la boca. Si sé, nuevamente con la misma queja sobre el amor, los abrazos, las caricias y las palabras ausentes. Y me da rabia.

Me da rabia porque tengo una vida deliciosamente perfecta. Una familia que me apoya y es bacán, compañeros de U con los cuales tengo excelente relación, buenas amigas y amigos...pero la pendeja de mierda no está conforme. Y no estoy triste tampoco. Tengo ganas no más.

Ganas de olvidar que me olvidan fácilmente, de recordar cuando soy la chica más genial del mundo para ellos, de dormir con una mano tendida en la espalda y despertar con una mirada en mi cara. Ganas de no tener que peinarme porque él me cepilla con sus dedos, de no tener que pintarme porque siempre me encuentra linda y de compartir los audífonos de mi mp4. Con otro oído...con otro corazón.

Por la cresta, me estoy poniendo cursi...

Debe ser la hora y la canción de Elvis que escucho. Pucha oh que son lindas sus canciones. Y me pongo a pensar que yo debí ser de esa época romanticona de citas tímidas y flores en la puerta de la casa, faldas de colores y chalequitos blancos....me vería re ñoña, pero sería lindo.

Y típico que cuando me pongo así me hago preeguntas como: ¿seré tan fea? ¿los aburriré? ¿ seré muy fome? ¿o muy habladora? ¿andaré con un cartel de "agárrenme pal weveo"? Y termino con la conclusión que lo peor es victimizarce por el tema y tratar de darle respuesta a esas preguntas o si no terminaría con el autoestima 5 mil pies bajo tierra.

Y cuando estoy así, comienzo a revivir pasados mejores. Me carga eso, como si mi mente se quedara enredada en ese pasado de los cuales en su mayoría yo huí. Como si amar y ser amada por alguien no tuviera cabida en mi sistema. Revivo las miradas cómplices en juntas de amigos, esas que nadie reconocía y nos apartaba de las conversaciones lateras. Revivo los abrazos dulces y las películas vistas a medias. Revivo la muñeca de Chiloé que alguna vez recibí de regalo y aún mantengo, mis primeros besos intensos en esa casa oscura, las promesas de amor eterno y los pies bajando mis calcetines a la altura del tobillo.
Revivo tanto y a ti no puedo en realidad.

¿Cómo que no puedo?

Y juego con los recuerdos y revivo tu risa contagiosa, la mirada triste y la desdeñosa polera blanca de la última vez que te vi. Esa cuando me dijiste "te vas a arrepentir" tu ignorando lo que pasaría después y yo ahora arrepintiendome toda la vida. Revivo las cosas que me decías para impresionar, muchas de las cuales tus padres se reían cuando les conté ya que en su mayoría fueron inventos tuyos. Recuerdo a tu padre interrumpiendo en la pieza para ver una noticia y nosotros muertos de la risa, pensando seguramente en qué nos habría pillado. Pero insisto, qué ganas de revivirte aún reviviendote.

Y te miro en el velador...que lindo te ves.

El asunto es que quiero demasiado que me besen cerca de la boca. Quizás no en ella misma..cerca, cerquita...esos roces que me ponen nerviosa y tanto me gustan. Esos cercanos besos que aceleran el corazón y te ilusionan por un instante.

Ahora me enamoro apróximadamente 3 veces en el metro, son cerca de 20 estaciones que recorro a diario y mientras lo veo sentado frente a mi, pasa toda una vida a futuro. Me pongo a imaginar cómo besara, serán simpáticos sus padres? debe tener polola, o quizás es casado...no...no tiene anillo, obvio que estudia arquitectura, le irá bien en la u? En fin, me paso rollos por un rato y me rio sola por mi sinverguenzura, todo acaba cuando suena el pitito pesado de que las puertas se cerrarán y desaparece lo que soñé por tanto rato. Y me río de nuevo de mi locura.

Y me gustaría tener una historia como de la película "antes del atardecer" (o amanecer?..bueno, de la primera...) Me gustaría saber que voy por una calle y una cuadra más allá, por mi mismo lado, va él...the only one.
Que irremediablemente nos toparemos, conversaremos, quizás nos tomamos un helado o comemos alguna sopaipilla con mostaza del Paseo Ahumada. Me habla de él, le hablo de mi, nos miramos largo y tendido y hasta me toma la mano. Se nos olvida que hay un mañana y que posiblemente no lo llame y él tampoco lo haga. Olvidamos que no nos recordaremos, pero pucha que somos felices esa tarde...Pero saben? tengo mala suerte, les aseguro que al momento de nuestro irremediable encuentro, justo en ese momento, el muy pelotas cruza la calle!.

Me aburrí de la música fuerte con un chico...no lo oigo. Me aburrí de la luz tenue con un chico...no lo veo. Me aburrí de querer a intervalos, con interrupciones de semana y valorando sólo los weekend. Esos que te dejan con sabor a dulce en la semana para cambiar a otro sabor llegado un viernes. Me aburrí de los besos robados que siempre quise dar y la marquita insana en mi corazón.

Y a pesar de eso no me aburro de amar.

O de mantener viva la ilusión con alguien que ni siquiera sabe que existo. Y trato de ponerme en su mapa, pero geográficamente debo ser transparente, porque no me ve... yo espero que quizás otro quiera recuperar mi soberanía y ofrecerme quizás hasta un himno de cariños.
He sido feliz, pero me he arrancado, por eso quiero tanto a alguien conmigo, porque sé lo que es...y quizás, sólo quizás, me quede más rato siendo feliz.

Pucha que soy cursi.